Ministerio de la Familia

Pr. Marcos Mejía
Departamental

La familia fue establecida por creación divina con el matrimonio como su núcleo. Dado que es el ámbito básico  en el cual se trasmiten los valores y se desarrolla la capacidad para una íntima relación con Dios y con otros seres humanos, su salud es vital para la misión de la iglesia de hacer discípulos. El departamento de Ministerio de Vida Familiar  reconoce como normativas las enseñanzas de la Biblia con respecto a la familia, y pone énfasis en los ideales divinos para la vida familiar. Al mismo tiempo, ayuda a comprender el dolor que sufren las personas y las familias en un mundo caído. El departamento promueve la comprensión, la unidad, y el amor en el hogar así como  en la familia de Dios.

 

FILOSOFÍA 

Las Escrituras reafirman la importancia de la familia y trazan los principios divinos que gobiernan las relaciones familiares. En la creación, Dios instituyó el matrimonio y con él la familia (Génesis 2:18-25), como el marco principal para el desarrollo y formación humanos. Cuando Cristo redimió toda la experiencia humana de la maldición del pecado, redimió también el matrimonio y las relaciones familiares.  Pide a los miembros de la familia que se comporten como conviene a personas que han respondido al evangelio (Efesios 5:21-6:4). Siendo que la familia es el escenario principal donde se desarrolla la capacidad de amar, de la comunión íntima con Dios y con los demás seres humanos; y donde los valores cristianos pasan de una generación a la siguiente, la familia ocupa un lugar central en el proceso del discipulado cristiano (Juan 8:31, 13:35).

 

MISIÓN 

El Departamento de Ministerios de la Familia busca fortalecer, inspirar esperanza, y sanar a los matrimonios, familias e individuos a través del abundante amor y la gracia salvadora de Jesucristo.

 

VISIÓN 

Preparar a las familias para el Reino de Dios, y de esta forma  apresurar  la venida de Jesucristo.

 

OBJETIVOS

    1. Brindar instrucción prematrimonial a las parejas, EN PROGRAMAS CONDUCENTES A FORTALECER EL MATRIMONIO Y  LA EDUCACIÓN DE LOS PADRES.  
    2. Prestar atención a las necesidades especiales de las familias con padres solteros o viudos, o aquellas en las que hay padrastros o madrastras, y dar instrucción relativa a la evangelización de familia a  familia.  
    3. Incentivar la reconciliación y la restauración entre las generaciones prometidas en el mensaje de Elías que encontramos en Malaquías 4:5,6;  y dar esperanza y amparo a los que han sido heridos y lastimados por el abuso, las disfunciones familiares y las relaciones rotas.  
    4. Favorecer las oportunidades de crecimiento, a través de la educación y el enriquecimiento familiar.  Orientar a los individuos, los matrimonios y las familias, cuando sea necesario someterse a terapia familiar profesional.
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